Son múltiples los
instrumentos que usan los impulsores de la globalización para instaurar
el nuevo orden mundial. Los más conocidos son los mecanismos del llamado
libre comercio, que de libre tiene poco, y los apoyos a la inmigración
masiva.
Luego hay otros
aparentemente menos relacionados, como la ideología de género o el
llamado movimiento ecologista. Recordemos que el objetivo es instaurar
un nuevo orden mundial donde la autoridad de los estados nacionales es
sustituida por el poder de las corporaciones, detrás de las cuales están
estos nuevos señores feudales y para ello hay que primero diluir y
luego suprimir los estados nacionales.
Puesto que los estados
nacionales están basados esencialmente en la unión social de personas
más o menos emparentadas, es decir étnicamente homogéneas, cualquier
medida encaminada a cambiar la convivencia entre personas unidas por
lazos de sangre, como lo es la sustitución de la población autóctona por
poblaciones foráneas, es usada por los promotores del nuevo orden
mundial. Y puesto que los habitantes del medio rural se han demostrado
como más impermeables a los cambios que la población urbana y de nada
nos serviría tener unas ciudades convertidas en engendros sociales si
las zonas rurales que las rodeas siguen comportándose de forma
tradicional, es decir teniendo hijos de familias vecinas, educando a
esos hijos en el respeto a los padres o a los mayores, educándolos en la
cultura del esfuerzo o en costumbres saludables.
Y teniendo además en
cuenta que la mejor manera de destruir una sociedad es destruir su
economía para así poderla prostituir mejor, es por lo que para ello,
además del resto de usos de ingeniería social difundidos por los
múltiples medios de comunicación, ongs y organismos que controlan, se
inventaron el movimiento ecologista y sus postulados.
Conviene a este
respecto explicar una cosa para la persona no conocedora del tema. El
movimiento ecologista usa los buenos sentimientos de la gente para
favorecer los intereses de sus dueños de forma que protesta contra el
uso de un pesticida X que cuesta a 10 € el litro en España obligando al
agricultor español a utilizar otro supuestamente más respetuoso con el
medio ambiente pero que cuesta a 100 € el litro, a la vez que no
protesta contra el uso de ese mismo pesticida en un país del llamado
tercer mundo ni contra las importaciones de esos productos agrarios.
Importaciones que son posibles gracias a los llamados impulsores del
“libre comercio”. De esta forma mientras unos obligan al agricultor
europeo a usar productos más caros y por lo tanto a producir más caro,
otros favorecen las importaciones que son más competitivas al poder usar
productos más baratos. Es decir dos grupos aparentemente distintos en
incluso con aspecto de estar enfrentados pero cuyas acciones tienen el
mismo resultado.
Pero volviendo al
principio, ¿por qué digo que el movimiento ecologista es una más de las
armas para instaurar la dictadura global? Porque tanto sus objetivos,
sus impulsores y los resultados de sus acciones son los mismos.
Los impulsores y mantenedores de este movimiento son reconocidos mundialistas pertenecientes a otros foros como:
El príncipe Bernardo
de Holanda que en 1961 fue cofundador del WWF y nombrado su primer
presidente porque la figura de su pariente, el príncipe de Edimburgo,
también cofundador, se hubiese visto como “demasiado colonial” para
quienes tendrían que sufrir la imposición de parques nacionales que
pusieran a salvo (para la corona británica) los recursos naturales de la
mayoría de los países de África.
John Hugo Loudon,
presidente de la petrolera Shell Oíl Co. hasta 1976 y de WWF de 1976 a
1981. Posteriormente en los años 90, el WWF y una de las empresas que lo
financian fuertemente, las Cervezas Heineken, de Holanda, realizaron
una serie de estudios que proponen la desintegración de los Estados
nacionales de Europa, como también cuadruplicar el número de reservas
naturales, parques de fauna y flora y zonas protegidas en el territorio
de la Europa continental.
A. H. Heineken,
presidente de la junta directiva de la empresa cervecera, es un viejo
colaborador de los esfuerzos del WWF y la UNICN. Durante muchos años
también figuró entre los directivos de la Heineken, siendo así mismo
miembro del Club 1001.
El estudio preparado
por Heineken propone re-dividir al mapa de Europa en 75 mini-estados con
población de no más de 10 millones cada uno. Cada mini-estado sería
gobernado por un integrante de alguna de las casas reales que existen en
Europa. En 1994 el WWF y la UICN emitieron un estudio llamado “parques
para la vida,” que propone cuadruplicar la extensión de zonas protegidas
en Europa. El plan eliminaría todos los actuales proyectos de
construcción de ferrocarriles, sistemas hídricos y demás obras vitales
de infraestructura para el desarrollo Este-Oeste, porque todos serían
interrumpidos por parques naturales. Este plan encaja con el plan
Heineken, y llama a sustituir el sistema de Estados nacionales con una
nueva geografía política basada en “biorregiones”.
Así mismo la UINC, La
Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN),
fundada en 1948, es la mayor y más antigua organización medioambiental
global. Fue fundada por Julián Huxley reconocido eugenesista y hermano
de Aldoux Huxley.
Conrad Black (Miembro
asiduo de Bilderberg y cabeza del imperio de massmedia, Hollinger,
creado por su padre, el agente del MI5, George Black).
La lista sería larga y
todas estas serpientes nacen del mismo nido. Que cada uno juzgue, pero
si nacen del mismo sitio y proponen cosas que tienen el mismo resultado y
benefician a los mismos, es simplemente porque son los mismos.
http://vya.mirevistadigital.es/index.php/pablo-manuel-alcaide/275-ecologismo-y-globalizacion
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