La directora-gerente del Servicio de Salud
de Castilla-La Mancha (Sescam), Regina Leal, ha asegurado hace unos días que la
sanidad regional cuenta con un total de 72 profesionales sin homologación, y ha
incidido en que es el Ministerio de Sanidad el que debe atender esa
homologación, consciente de que "tiene voluntad de hacerlo, pero tiene escasez
de funcionarios". Ante estas afirmaciones mi pregunta es la siguiente: ¿qué
necesidad tenemos de contar con trabajadores venidos de fuera sin homologar
teniendo médicos españoles suficientes que casi con total seguridad se
encuentran mejor cualificados. Médicos que han estudiado en universidades que aun
no siendo las mejores del mundo sí que son bastante mejores y sus profesionales
están mucho más capacitados que cualquier médico de los que nos vienen para ser
homologados. Pero no hablo solo de los supuestos médicos que nuestra
administración tiene contratados, y digo supuestos, porque si no tienen
homologación, no son médicos ni pueden ejercer como tales. Supongo que los
políticos que nos gobiernan dirán que las leyes no van para que las cumplan
ellos, solo nosotros, los de la plebe tendremos que cumplirlas. Pero es que,
además, aunque estuviesen homologados, tengo serias dudas de que la calidad
técnica de esos médicos sea aceptable, médicos procedentes de países de los que
tengo serias dudas que por dinero puedan desaparecen antecedentes penales por
asesinato o aparezcan títulos médicos o de otro tipo que no se han cursado. Es
por ello, por lo que si de mí dependiese no haría falta homologar títulos médicos
pues habiendo médicos suficientes en España solo se contratarían a médicos
españoles.
Lamentablemente no es el hecho de contratar
curanderos extranjeros el único aspecto de nuestra política sanitaria que está
conduciendo a nuestra medicina a su tercermundialización. Otro de los aspectos,
probablemente el causante de que se estén contratando curanderos sea la
precariedad económica de nuestra sanidad. Precariedad que tiene dos orígenes:
1º El despilfarro que suponen un estado
autonómico insostenible, así como el de políticas inaceptables en las que se
invierte una ingente cantidad de dinero, entre las que están la ideología de
género, la falsa solidaridad con extranjeros consistente en sangrar a los
españoles a impuestos para dárselo a quienes vienen de fuera y alguna más por
el estilo.
2º El hecho de que el 10% del gasto
sanitario sea destinado a extranjeros, es decir a extranjeros que ni trabajan
ni han trabajado ni van a trabajar nunca y a los que no tenemos obligación de
atender sanitariamente, pues son sus países de origen los obligados, o en todo
caso los que presumen de solidarios de su propio dinero personal y no del
dinero de los que no podemos asistir a la medicina privada por falta de
recursos o de los que dejamos que se nos pudra una muela porque no podemos
acudir a un dentista privado por falta de dinero para un empaste y tenemos que
acudir al médico de la seguridad social directamente a que nos saquen la muela.
Una falta de dinero causada en gran medida por la atención prestada a quien no
aporta nada, así como por destinar dinero a otras “dolencias”, como los cambios
de sexo o el asesinato de bebes no nacidos.
Por todas
estas y por otras similares que haría demasiado largo el artículo, si aquí las
pusiese, es por lo que nuestra sanidad, la de Castilla-La Mancha y la de toda
España, lleva un camino directo a su tercermundialización.
Y no lo olviden, la globalización mata.
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