Y no lo es porque a cada paso que dan
consiguen echarnos más y más al profundo pozo en el que desde hace muchos años se
encuentra sumida nuestra economía productiva. Esto viene a cuento, porque el
pasado 27 de Febrero, un tribunal de la UE interpretaba que el acuerdo
comunitario de pesca con Marruecos no comprendía las aguas del territorio del
Sahara español, ocupado por Marruecos y que por lo tanto los barcos pesqueros
españoles podrían seguir pescando en aguas marroquíes, previo pago de 30
millones de euros que aquí nada es gratis, tal y como prevé el acuerdo pesquero
que expira el próximo verano.
Esto nos deja con unas aguas, ocupadas por
Marruecos y en las que en 1975 pescaban 3000 barcos españoles, muy lejos de los
120 que pescan actualmente, en una situación harto compleja. Harto compleja, porque
poner de acuerdo a 27 países europeos con Marruecos solo nos puede llevar a
resultados desfavorables e inesperados. Siendo este otro de los efectos
perniciosos de la UE con respecto a España. Por lo tanto, en el limbo actual en
que se encuentran las aguas del Sahara español, donde España es legalmente
responsable, donde no se reconoce el derecho de autodeterminación de los
saharauis, donde encima que le estamos permitiendo la ocupación de un
territorio que no les corresponde a los marroquíes, estamos siendo
constantemente tratados de malas maneras por el sátrapa marroquí, todo ello
gracias a los generosos sobornos otorgados por la oligarquía alauita a políticos
y magnates españoles. Y es por lo que la política pesquera española, así como
la política exterior, deben cambiar y mostrarse por un lado más enérgicas con
respecto al trato recibido por terceros países y más imaginativas para hallar
soluciones de los problemas que tenemos y que llevamos arrastrando desde los
inicios del régimen del 78. Por ello,
España debe volar en solitario pues como dice el refrán más vale solo que mal
acompañado. Porque si para lo único que nos ha servido la UE es para convertir
a España en el burdel de la UE, para eso es mejor no estar en la UE. Y desde
luego en temas pesqueros, siendo España un país gran consumidor de pescado menos.
Y aunque afortunadamente una parte muy importante del mismo que se consume, es
de cría, no por ello hay que dejar de lado el pescado salvaje. Pescado al cual
hay que ir a buscar fuera de nuestras aguas y donde una negociación con la UE
de por medio, lejos de ser una ventaja es un lastre. Siendo más favorable para
nuestros intereses la negociación de tú a tú con los legítimos propietarios de
los caladeros de pesca, que hacerlo mediante la UE.
Muchas
gracias por emplear su valioso tiempo en leer algunas de mis ideas, hasta la próxima entrada si Dios y la censura nos lo permiten y recuerden, la globalización
mata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario