viernes, 20 de febrero de 2015

ECOLOGISMO Y GLOBALIZACIÓN.

Son múltiples los instrumentos que usan los impulsores de la globalización para instaurar el nuevo orden mundial. Los más conocidos son los mecanismos del llamado libre comercio, que de libre tiene poco, y los apoyos a la inmigración masiva.
Luego hay otros aparentemente menos relacionados, como la ideología de género o el llamado movimiento ecologista. Recordemos que el objetivo es instaurar un nuevo orden mundial donde la autoridad de los estados nacionales es sustituida por el poder de las corporaciones, detrás de las cuales están estos nuevos señores feudales y para ello hay que primero diluir y luego suprimir los estados nacionales.
Puesto que los estados nacionales están basados esencialmente en la unión social de personas más o menos emparentadas, es decir étnicamente homogéneas, cualquier medida encaminada a cambiar la convivencia entre personas unidas por lazos de sangre, como lo es la sustitución de la población autóctona por poblaciones foráneas, es usada por los promotores del nuevo orden mundial. Y puesto que los habitantes del medio rural se han demostrado como más impermeables a los cambios que la población urbana y de nada nos serviría tener unas ciudades convertidas en engendros sociales si las zonas rurales que las rodeas siguen comportándose de forma tradicional, es decir teniendo hijos de familias vecinas, educando a esos hijos en el respeto a los padres o a los mayores, educándolos en la cultura del esfuerzo o en costumbres saludables.
Y teniendo además en cuenta que la mejor manera de destruir una sociedad es destruir su economía para así poderla prostituir mejor, es por lo que para ello, además del resto de usos de ingeniería social difundidos por los múltiples medios de comunicación, ongs y organismos que controlan, se inventaron el movimiento ecologista y sus postulados.
Conviene a este respecto explicar una cosa para la persona no conocedora del tema. El movimiento ecologista usa los buenos sentimientos de la gente para favorecer los intereses de sus dueños de forma que protesta contra el uso de un pesticida X que cuesta a 10 € el litro en España obligando al agricultor español a utilizar otro supuestamente más respetuoso con el medio ambiente pero que cuesta a 100 € el litro, a la vez que no protesta contra el uso de ese mismo pesticida en un país del llamado tercer mundo ni contra las importaciones de esos productos agrarios. Importaciones que son posibles gracias a los llamados impulsores del “libre comercio”. De esta forma mientras unos obligan al agricultor europeo a usar productos más caros y por lo tanto a producir más caro, otros favorecen las importaciones que son más competitivas al poder usar productos más baratos. Es decir dos grupos aparentemente distintos en incluso con aspecto de estar enfrentados pero cuyas acciones tienen el mismo resultado.
Pero volviendo al principio, ¿por qué digo que el movimiento ecologista es una más de las armas para instaurar la dictadura global? Porque tanto sus objetivos, sus impulsores y los resultados de sus acciones son los mismos.
Los impulsores y mantenedores de este movimiento son reconocidos mundialistas pertenecientes a otros foros como:
El príncipe Bernardo de Holanda que en 1961 fue cofundador del WWF y nombrado su primer presidente porque la figura de su pariente, el príncipe de Edimburgo, también cofundador, se hubiese visto como “demasiado colonial” para quienes tendrían que sufrir la imposición de parques nacionales que pusieran a salvo (para la corona británica) los recursos naturales de la mayoría de los países de África.
John Hugo Loudon, presidente de la petrolera Shell Oíl Co. hasta 1976 y de WWF de 1976 a 1981. Posteriormente en los años 90, el WWF y una de las empresas que lo financian fuertemente, las Cervezas Heineken, de Holanda, realizaron una serie de estudios que proponen la desintegración de los Estados nacionales de Europa, como también cuadruplicar el número de reservas naturales, parques de fauna y flora y zonas protegidas en el territorio de la Europa continental.
A. H. Heineken, presidente de la junta directiva de la empresa cervecera, es un viejo colaborador de los esfuerzos del WWF y la UNICN. Durante muchos años también figuró entre los directivos de la Heineken, siendo así mismo miembro del Club 1001.
El estudio preparado por Heineken propone re-dividir al mapa de Europa en 75 mini-estados con población de no más de 10 millones cada uno. Cada mini-estado sería gobernado por un integrante de alguna de las casas reales que existen en Europa. En 1994 el WWF y la UICN emitieron un estudio llamado “parques para la vida,” que propone cuadruplicar la extensión de zonas protegidas en Europa. El plan eliminaría todos los actuales proyectos de construcción de ferrocarriles, sistemas hídricos y demás obras vitales de infraestructura para el desarrollo Este-Oeste, porque todos serían interrumpidos por parques naturales. Este plan encaja con el plan Heineken, y llama a sustituir el sistema de Estados nacionales con una nueva geografía política basada en “biorregiones”.
Así mismo la UINC, La Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), fundada en 1948, es la mayor y más antigua organización medioambiental global. Fue fundada por Julián Huxley reconocido eugenesista y hermano de Aldoux Huxley.
Conrad Black (Miembro asiduo de Bilderberg y cabeza del imperio de massmedia, Hollinger, creado por su padre, el agente del MI5, George Black).
La lista sería larga y todas estas serpientes nacen del mismo nido. Que cada uno juzgue, pero si nacen del mismo sitio y proponen cosas que tienen el mismo resultado y benefician a los mismos, es simplemente porque son los mismos.

 http://vya.mirevistadigital.es/index.php/pablo-manuel-alcaide/275-ecologismo-y-globalizacion

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